La semana pasada el INE actualizó sus estimaciones de flujos migratorios, que confirman las tendencias que se apuntaban durante los meses de abril y julio de este año: la emigración hacia el extranjero de los residentes en España está aumentando de forma significativa y, especialmente, la de los ciudadanos de nacionalidad española.
Efectivamente, el pasado mes de septiembre se fueron de España casi 50.000 personas, la cifra más alta en un solo mes de los últimos cuatro años. Además, esta pérdida de población no se ha visto compensada con nuevos inmigrantes, ya que han llegado 33.000 personas, la cifra más baja de los últimos cuatro años en un mes de septiembre, que tradicionalmente es el mes con más inmigración. Así, septiembre de 2012 ha sido el onceavo mes consecutivo con un saldo entre inmigración y emigración negativo y, además, el primer septiembre de los últimos cuatro años en que esto sucede.
De hecho, durante los nueve primeros meses del año, el saldo migratorio es negativo en casi 140.000 personas, casi el triple del registrado en todo el 2011, el primer año de este siglo en el que salió de España más gente de la que entró.
Pero no solamente está creciendo la emigración, sino que está creciendo especialmente la emigración de ciudadanos de nacionalidad española. En lo que llevamos de 2012, el 86,9% de los emigrantes son ciudadanos de nacionalidad extranjera, personas que posiblemente habían inmigrado a nuestro país en tiempos de bonanza y que ahora vuelven al país de origen o buscan otros países donde establecerse. Pero un 13,1% de la emigración corresponde a ciudadanos de nacionalidad española, porcentaje que hace tres años solo era del 8,7%.
El hecho es que en los nueve primeros meses del año han salido de España casi 55.000 personas de nacionalidad española, más de 6.000 personas al mes, el doble que hace sólo dos años. El número de ciudadanos autóctonos que se van al extranjero superó los 5.000 por primera vez el mes de junio de 2011 y desde entonces no ha bajado de esta cifra, alcanzando su nivel máximo el pasado mes de septiembre, cuando emigraron casi 7.000 ciudadanos españoles.
Así, si comparamos los nueve primeros meses de 2012 con el mismo período del año pasado, la emigración de españoles ha crecido un 21,6%, mientras que la emigración de los extranjeros lo ha hecho un 8,2%. En definitiva, la emigración de nacionalidad española crece de forma constante desde principios de 2011 y a un ritmo superior al de los ciudadanos de origen inmigrante.
En el caso de Catalunya, la información que ofrece el INE es menos detallada, pero los datos existentes también constatan el crecimiento de la emigración de nacionalidad española, a un ritmo incluso más alto que en conjunto del Estado. Así, en los nueve primeros meses del año, se han ido de Catalunya hacia el extranjero un total de 11.431 españoles, prácticamente el doble que en todo el año pasado. A finales de año, la tasa de crecimiento de la emigración española en Catalunya rozará el 150%, mientras en el conjunto de España se situará alrededor del 20%.
Esta entrada tiene 0 comentarios